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Foros de discusión » LA OBRA » APÓSTOL JUAN: ?EL SOLITARIO DE PATMOS
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APÓSTOL JUAN:: EL SOLITARIO DE PATMOS
MensajePublicado: Sat Nov 11, 2006 9:04 am Responder citando
carlosalejandro
Moderador
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Registrado: Jun 13, 2004
Mensajes: 199
Ubicación: Argentina






APÓSTOL JUAN: “EL SOLITARIO DE PATMOS"



“Cumbres y Llanuras”, inspirada Obra que culmina el preciosísimo relato de la vida y obras del Divino Maestro Jesús de Nazareth, dedica su parte final al Apóstol Juan –conocido como “el Evangelista” –donde describe fiel y detalladamente su “Apocalipsis”, es decir, la gran Iniciación que el Apóstol Juan experimenta en la soledad de una pequeña isla del Mar Egeo.


Posiblemente sea la Iniciación de este discípulo del Cristo, una de las más profundas, completas y magistrales en los anales de las Escuelas de Divina Sabiduría fundamentadas por el Espíritu Luz Instructor de este mundo en el correr de los tiempos.


Acompañado por un reducido núcleo de amigos y servidores del Mesías, el Apóstol Juan ve operarse en su Íntimo ser, las portentosas vivencias de los mundos de la Luz increada, que le son abiertos para que él los pueda percibir con total claridad dentro de su propio cuerpo, tal como se desprende de la lectura de estos inigualables pasajes de esta Obra, que fueran vertidos al papel en virtud de la capacidad psicográfica de J. Rosalía Luque Álvarez, la gran Servidora del Maestro, que ella alcanzó en esos instantes supremos en que un espíritu - aunque sujeto a un cuerpo de materia densa – sale de esa cárcel de carne, y es transportado en las alas de seres inefables a esas esferas radiantes de suprema belleza, donde sólo impera la Realidad de Dios.
 

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“Cumbres y Llanuras” - Capítulo: “El Solitario de Patmos”:


“Myriam, la Augusta Madre de Jhasua el Verbo de Dios, fue llamada al Reino de Dios. Juan, abrazado de Pedro, lloraba inconsolable. A ellos llegaron el tío Jaime, Zebeo, Boanerges, Matheo, Marcos y María de Mágdalo. Todos habían escuchado en el amanecer de ese día las palabras del Cristo:“No lloréis por Ella, que ya descansa en mi Reino. Continuad sembrando la simiente, seguros que Ella y Yo estamos con vosotros.”
Un mismo pensamiento parecía aletear como llama viva en la mente de todos: “Pedro y Juan eran las dos columnas de oro y pórfido en que debía descansar el Santuario espiritual de la doctrina del Cristo.”

Nota: Vemos en este pasaje que el Maestro pone a su Madre en el lugar espiritual que la une para siempre a su Hijo. De ahí la devoción de las almas cristianas hacia María, el cáliz elegido por la Ley para traer al mundo la Luz y la Vida.“Ella y Yo estamos con vosotros”, les dice la voz silente del Maestro a sus fervientes seguidores.


Y enseguida la afirmación de los apóstoles Pedro y Juan como las dos columnas del Templo espiritual del Cristo.



“Cumbres y Llanuras”: Capítulo: “La Escuela de Juan”:



Dice esta Obra que la Escuela de Juan era “Escuela Superior de maestros de vida espiritual.”


Estaba formada por diez integrantes: Juan, Lino, Apolinar, Ignacio, Cleto, Euforo, Anastasio, Policarpo, Evodio y Papías, jóvenes varones en la plenitud de sus edades viriles, que voluntaria y conscientemente se consagraron al Servicio de la Causa del Maestro. “Desear entrar en las riquezas y regalos de Dios, es de todos, mas desear entrar en los trabajos y dolores por el Hijo de Dios, es de pocos”, afirma una sentencia espiritual del místico Juan de la Cruz. Este es el caso de estos jóvenes encabezados por Juan, “el águila de los cielos”.


¡Qué inmenso amor al Divino Maestro y a sus amados Apóstoles Pedro y Juan, sus guías y mentores en esa etapa de sus carreras como espíritus, en la que obedecieron los apremios e indicaciones de sus Íntimos o Yo Superior, sus Egos primordiales, surgidos como “chispas vivas” del Eterno Esplendor, células-madres de todas sus personalidades a través de enormes ciclos en su desarrollo evolutivo!....


El jovencito Papías llegó el último acompañado por su madre Anastasia. Al llegar este joven que tocaba maravillosamente el arpa, Juan dice: “Yo esperaba uno más, porque la voz me dijo: “Espera que sean Diez como los fundadores de la Gran Fraternidad Kobda, que vivió un mil trescientos años en su primigenia pureza de costumbres y elevación espiritual.”


Mientras que el joven Galo, quiso asumir el papel de proveedor y cuidador de la Escuela y sus diez integrantes, repitiendo la hermosa tarea que llevaran a cabo junto al Maestro, el tío Jaime y Simónides.


Nebai, Livia Augusta, Lucina, Petronila, Anastasia, Basilia y Gaudencia, fueron las Siete mujeres que apoyaron espiritual y materialmente a la Escuela de Juan establecida en la isla de Patmos, siendo asimismo, el alma y el corazón de las Congregaciones Cristianas en Roma.


En esto vemos claramente de qué manera la mujer estuvo siempre dignificada por el Maestro y sus primeros discípulos. Ella no sólo acompañó al Redentor y a sus fieles seguidores, sino que se ofreció como holocausto vivo a la Obra del Justo. Fue la dulce fragancia que emana de la mujer dedicada en alma y corazón a una grande misión, la que saturó los caminos pedregosos de los Discípulos del Divino Avatar.


Galo contrató los materiales y obreros para construir el edificio propio de la Escuela. Su diseño, de acuerdo al pensamiento de Juan, reprodujo en pequeño el Santuario de Neghada en el Delta del Nilo:


“El Aula, el Oratorio, el Jardín de Reposo, todo fue una copia en pequeño de aquel Santuario de Neghadá sobre el Nilo, que tan vivamente describían las Escrituras del Patriarca Aldis, que Juan se sabía de memoria como las palabras de su Maestro y los nombres de los grandes Profetas y las Tablas de Moisés.”


“A la medianoche de un veintiocho de Marzo fue inaugurada la Escuela con una meditación.”


Dicha meditación fue de tanta intensidad y elevación espiritual, que el mundo la conoce como el “Apocalipsis del Apóstol Juan”.


(Del capítulo “El Solitario de Patmos”, tomamos este párrafo que nos revela un arcano preciosísimo de la Ciencia de Dios y de las almas:


“La estadía de este Apóstol de Cristo en Roma, fue de grande actividad espiritual, o sea, en su propio mundo interno.” )


La entrega absoluta y completa de sus vidas que los Diez hicieron al Cristo Divino como oblación ante el Altar de su Corazón Iluminado, fue como un Rosal siempre florecido, base y coronación de esa Escuela de Divina Sabiduría de la que surgieron memorables personalidades que alumbran con los destellos de la Luz Crística a las almas, en el correr de los siglos.


Para llegar a esa paz interna, a la armonía y al amor recíproco que los hizo unificar en un mismo cuerpo y una misma alma, debieron vencer las tentaciones más duras que sus cuerpos viriles y jóvenes soportaron con honor y gloriosa determinación. Todas sus energías dedicadas a sondear al Infinito con sus fuerzas mentales multiplicadas y acrecentadas por la pureza de sus vidas. Cuantas veces sentirían el silbo de su “yo inferior”, acuciándolos:


“Estás perdiendo la mejor parte de tu vida = la juventud = y todos sus goces solamente por una utopía de la que nadie nada conocerá, puesto que has elegido vivir en la soledad de este islote rocoso perdido en el mar.
Eres un loco visionario. Abandona todo esto y vive en las grandes ciudades donde tienes todos los placeres a tu alcance.”



Debían resistir las imágenes mentales perturbadoras que el“enemigo interno, el yo inferior” les sugería tratando que ellos debilitaran sus fuerzas y energías, restándolas a la construcción de la “bóveda psíquica” que, cuál una campana de radiantes vibraciones etéricas, se cernía envolviendo todo el cuerpo orgánico de la isla de Patmos, así convertida entonces en Templo y Santuario de la Luz Increada.


Esta gran lucha interna los purificó como el fuego del crisol ennoblece los metales mas groseros y pesados, en un calvario que se vive en todo instante en una lid sorda que sólo la siente quién la padece. Ahí triunfa la paciencia de los santos, la templanza de los héroes, y el valor de los mártires.


Nos señala la Obra, que esta juventud fue elegida por el Apóstol Pedro con gran esmero y observancia, aun en medio de sus múltiples actividades misionales, las acechanzas, peligros y traiciones que este admirable ser soportó heroicamente con su fe acendrada y su amor a su Señor y Maestro.
Por eso, la Escuela de Divina Sabiduría del Cristo, es tanto de Juan como de Pedro, las dos columnas fuertes que sostuvieron el Santuario del Divino Maestro en los tiempos liminares del Cristianismo.


Pedro, la roca invencible, la piedra preciosa base y fundamento del Templo Espiritual y la raíz firme del rosal inmarcesible y eterno del Cristo.
Juan, las siete rosas siempre vivas, encendidas y vivificadas por la savia riquísima, esencia de la vida que es el Cristo de Dios.


Tal como nos señala “Cumbres y Llanuras”, de esta Escuela de maestros de Divina Sabiduría, provienen los que en siglos posteriores prosiguieron con el estudio y la difusión de esas enseñanzas, en lo que se dio a llamar genéricamente como “Ciencias Ocultas”. Ocultas, porque la ignorancia y el fanatismo, condenaban a la cárcel, la tortura y la muerte en horrendos suplicios, a todo ser que tratara de iluminar las tinieblas de la humana inconsciencia, con los rayos luminosos de la Verdad. Es muy larga y conocida la nómina de los mártires que durante los últimos dos mil años sembraron las semillas de la Ciencia Divina. Finalmente, esa siembra denodada, fructificó. En la actualidad, entrando la humanidad en los portales de la Nueva Edad, todo lo que fue oculto, queda expuesto a la luz del día para los seres que buscan y necesitan de ese “pan de vida eterna” que es el Conocimiento proveniente del Divino Instructor.
Prueba de todo ello lo da justamente, el hecho de la amplia difusión de las Obras de nuestra amada Fraternidad Cristiana Universal, que iluminan las almas con la Luz Inextinguible del Maestro, quién, de esta manera, vuelve a darnos su Presencia verdadera, cumpliendo su promesa de estar con nosotros hasta “el fin de los tiempos”.


¡Isla de Patmos allá en el Mar Egeo! ¡De ti surgió una Luz Invencible que disipó las tinieblas, iluminando a inmensas multitudes de almas!
Como así lo hacen actualmente, estas enseñanzas surgidas de una mujer –canal e instrumento elegido por la Ley, acompañada por un puñado de seres, en una isla de un delta americano, cuyo nombre repite el glorioso de un Santuario del delta del Nilo, emergido de la noche de los tiempos al ser rescatado por la Obra: ¡Neghadá!...

“Como es arriba es abajo”, reza el viejísimo axioma que encierra una verdad profunda. Y hoy que la ciencia posible en la Tierra, o sea aquí abajo, ha captado la verdad de que todo se resuelve, efectúa y es, mediante ondas que llevan luz, fuerza, energía y sonido a todos los ámbitos del espacio infinito, creo que será mejor comprendido el hecho indiscutible de que seres extremadamente sensitivos o dotados de lo que se ha llamado un sexto sentido, están capacitados para captar esas ondas que les hacen dueños momentáneamente de algunos de los Secretos del Padre, como diría el genial Jhasua de Nazareth que, en sencillas y místicas frases, encerraba supremas verdades.”


“Y debido a esto, el joven apóstol de Cristo se veía inundado, digámoslo así, de continuo, por esas ondas que bien pueden llamarse celestiales, ya que de los cielos superiores le llegaban en un casi permanente oleaje, y le llegaban en forma de luz o de sonido.”


“Los médiums espirituales son verdaderos instrumentos receptores de corrientes y principios que podemos transmitir; es éste el más alto grado de mediumnidad (en algunos casos por entero consciente), y cuando pueden establecerse relaciones de sintonía, nos servimos de ellas para el alto fin de transmitiros nuestro pensamiento.”
(“La Grande Síntesis” - Pietro Ubaldi).



He aquí, claramente expresado el concepto de médium, o sea, de instrumento o antena humana receptora de esas ondas vibratorias emitidas por Inteligencias Superiores para dar mensajes de instrucción y enseñanza a los seres que abren sus almas y sus corazones para recibirlos.
Pietro Ubaldi agrega el concepto de mediumnidad consciente, que indica a los instrumentos humanos que no pierden su consciencia mientras perciben y transmiten esos mensajes espaciales.
(Este es el caso de nuestra amada Mamina, psicógrafa de los cielos).


……………………………………………………


“Tal era el secreto de la maravillosa transformación de Juan que todos atribuían al cambio de sitios y lugares, a las nuevas tareas que se le confiaran, a las amistades nuevas que había contraído.”
“Tan sólo Pedro, Judá, Nebai y Lucanus, conocían cuál era la causa verdadera. Más tarde lo conocieron también los compañeros de apostolado, y comenzaron a llamarle en secreto: “El Notario de los Cielos” – “Águila del Espacio”. No tardaron en aparecer ideas más avanzadas respecto al bueno y silencioso Juan, y algunos pensaron también: “Es el viejo Profeta Henoch, que el Señor manda de nuevo a la Tierra para descubrir los misterios sublimes encerrados en el Cristo Hijo de Dios, que la malvada humanidad terrestre hizo morir crucificado.”

 

ooooooOoooooo


Siguiendo a “Cumbres y Llanuras”, en el capítulo“La Piedra de Cristo” leemos este pasaje:
“El alma glorificada del amado Maestro les esperaba sin duda para curar sus heridas y fortalecer sus cansancios… sus desolaciones.
¡Cuán dulce y suave es esta esperanza!
¡Y para Pedro y Juan fue ampliamente confirmada!
La Divina Presencia no tardó en hacerse sentir intensa y tiernísima.
Y ambos dijeron a media voz las mismas palabras:
El Maestro está aquí y nos llama.
¡Bendito seas Señor, que acudes a consolar a tus siervos!, exclamó Pedro llorando de emoción.
Juan cayó en hipnosis y quedó inmóvil como un dormido. La Divina Aparición no se hizo esperar.”


Capítulo: “El Paraíso de Pedro”:


“La alegría volvió a todos los corazones como un hada azul con las manos llenas de flores. El lector bien comprenderá que dichoso paraíso fue para el dolorido corazón de Pedro aquel día, comienzo del divino poema de amor que el Amigo Eterno había tejido para sus dos apóstoles preferidos.”
“Cabe aquí una breve reflexión sobre la ley de la afinidad, invulnerable como todas las leyes divinas.”
“Ni aun los seres más evolucionados pueden sustraerse a ella, como lo vemos comprobado en todas las grandes Inteligencias que pasaron por esta Tierra revestidas de carne.”
“La igualdad en el sentir, el pensar y el querer es lo que despierta en las almas encarnadas, esa profunda simpatía con que se forman las inquebrantables alianzas de almas que, persiguiendo un mismo ideal, se siguen durante largas edades hasta llegar a la unificación perfecta con el Infinito.”


Más adelante el relato prosigue: “Un silencio interrumpido a medias por los sollozos de Pedro, siguió a las exclamaciones de Juan.”

“El arpa de Papías se oyó trinar suavemente en el Oratorio, y ambos Apóstoles recordaron que la oración de la tarde era llegada y que sólo con ella descansarían el alma de tanta desolación.”

“Y la oración fue el bálsamo divino que pedían aquellas dos almas, tan cruelmente lastimadas por las incomprensiones de sus propios hermanos de ideales.”

“Apenas terminó la melodía del arpa, se llenó el ambiente de un efluvio de amor tan intenso, que Pedro lloraba a sollozos imposibles de contener.”

“Había pasado tanto tiempo entre la dura escarcha de recelos y desconfianzas, de pensamientos adversos, de juicios equivocados, que aquel amor bajado de los cielos como caricia de ángeles a un oscuro calabozo, le producía la dulce emoción del día inolvidable cuando su Maestro le preguntaba:

“Pedro… ¿me amas tú más que los otros?”.

“Y tan claras sintió estas palabras y tanto reconoció la voz que las pronunciaba, que sin poder contenerse se puso de pie tendiendo los brazos mientras sus labios repetían con gran vehemencia: - “¡Sí Maestro mío, tú sabes que te amo por sobre todas las cosas de la Tierra!”

“¡Era el momento solemne!”

“La imagen radiante se plasmó en la penumbra silenciosa del Oratorio, y todos percibieron al Maestro que tomaba las manos tendidas de Pedro y atrayéndolo suavemente lo estrechaba sobre su pecho.”

“Era la comunión del alma humilde del Apóstol con el alma glorificada de su Maestro. La emoción demasiada intensa para el anciano, le hizo perder el conocimiento y sus rodillas temblorosas fueron doblándose mientras la aparición se esfumaba suavemente.”

“Varios de los presentes acudieron a sostener a Pedro que se dejó caer por fin entre los brazos que tan amorosamente se le brindaban.”

“Juan y Cleto aparecían dormidos en una quietud de estatuas.”

“Y el arpa de Papías continuaba vibrando, con la música de gloria usada para cantar el salmo de agradecimiento a la Bondad Divina con que terminaban siempre

Nota: La Ley de Afinidad – la Oración – la Meditación, unidas a la Música en un Oratorio consagrado a la Luz Infinita y al Amor Eterno, confluyeron para que se realizara – nada menos – quela plasmación de la imagen del Divino Maestro ya glorificado en el Cristo.

Pero observemos que la Obra nos indica que para el acontecer de ese bello fenómeno, fueron necesarios canales humanos: “Juan cayó en hipnosis y quedó inmóvil como un dormido”, en el primer caso. Y en la segunda plasmación dice: “Juan y Cleto aparecían dormidos en una quietud de estatuas”


La palabra plasmación proviene del concepto de plasma. Por lo que no es casual su utilización: existe una sustancia imponderable, neutra, que todo lo compenetra y que ofrece la cualidad de ser maleable, que le permite justamenteplasmar imágenes desde los planos y dimensiones etéricas, pero siempre que seres encarnados en cuerpos físicos, sirvan como antenas conductoras e instrumentos para tales materializaciones o plasmaciones.


Vale decir, que la Ley Divina y su obra magna, la Naturaleza, siguen un orden para todas las cosas: los seres espirituales desde sus diversos planos de existencia, acceden al mundo de materia densa de una manera determinada.

En estos casos concretos que estamos estudiando, utilizaron primeramente la sutil vibración de la bóveda psíquica – que es como una gran campana de fuerzas energéticas que se cierne sobre los sujetos concentrados en meditación en el Oratorio, para luego, cuando esas “antenas receptoras” alcanzan la afinación a esas notas vibracionales superiores, se produjo esa gran plasmación o manifestación que “todos pudieron ver”, es decir, se hizo consistente, se materializó realmente.

 

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Capítulo “El Águila Solitaria” - “Cumbres y Llanuras”


Solos en la isla de Patmos, los apóstoles Pedro y Juan conversan sobre sus misiones y las responsabilidades que las mismas implican en esa hora.

Juan dice: “¿Recuerdas que Él lo decía?: “Mi voz no la escucharéis entre el turbión y los tumultos, entre las inquietudes y las tormentas.Mi voz es el canto del ruiseñor en las noches tranquilas en que ningún alboroto exterior ni de vuestro interior, turbe la quietud de vuestra mente y de vuestro corazón.


“Entonces… Pedro pensó unos momentos; yo en mi alcoba y tú en la tuya, esperemos esta noche la Voz del Señor”.

“Y esa noche y al mismo tiempo, cuando Pedro y Juan oraban en sus alcobas silenciosas, la Presencia Divina se hizo sentir intensa, viva, resplandeciente, plena de luz, de paz y de ternura infinita.”

“Una gloriosa trilogía que excedía en bellezas a cuanto puede expresarse en este plano, trasladó a planos superiores a aquellas dos almas que lo habían abandonado todo, siguiendo la voz del Cristo que moraba en ellos.”

“Jhasua el Cristo, su Madre, el justo Joseph, y en pos de ellos una multitud radiante de almas purificadas por el amor, por el dolor, por la unión a la Divinidad.”


Nota: Observemos que este pasaje, hermoso en su contexto, nos indica que Jhasua, Myriam y Joseph, constituyen la Mística Trilogía – reflejo precioso de la Sagrada Tríada. Por la tradición cristiana que a muchos de nosotros se nos ha enseñado desde pequeños, invocamos diciendo:

“Jesús, María y José, dadnos vuestra protección.” Y aunque algo velada, esta tradición es certera, por cuánto la Sagrada Familia es una fuente y un manantial de Amor, de Luz, Fe y Esperanza para todo ser que llega a ellos con oraciones y pensamientos de amor.

Asimismo, el pasaje de “Cumbres y Llanuras” que vamos comentando, nos dice de ambos Apóstoles, que todo lo abandonaron para seguir “la voz del Cristo que moraba en ellos, lo que es decir que Él había hecho Su morada en los corazones de sus dos grandes Apóstoles.”


¿Cuál gloria puede ser mayor que ésta?


Sigamos con el relato de este capítulo:


“Tal fue la intensidad del gozo espiritual, tal la sensación de dicha suprema y la tierna iluminación de la mente, que ambos creyeron que habían abandonado la materia, el plano terrestre, y que libres de las miserias de este mundo, eran también moradores del Reino de Dios.”


“Paz y Amor a mis amados”,díjoles el Maestro. “Aun sois seres de la Tierra y vuestra cárcel de carne está con vosotros.”
“Unos momentos robados a las leyes que rigen la materia para que sintáis la grandeza del Reino de Dios, es el galardón de vuestro Maestro por vuestra inquebrantable fidelidad a mi pensamiento, a mi palabra, a la Verdad de Dios que ella os anunció siempre.”



“Ambos Apóstoles veían sus cuerpos inmóviles en el estrado de sus alcobas y separados uno del otro, mientras en el radiante escenario celestial se veían uno junto al otro y ambos, ante aquel maravilloso campo azul y oro, poblado de seres que les envolvían en infinita suavidad.”

“Formaban una Legión y todos eran sus amigos, sus hermanos y compañeros que aunaban anhelos y esfuerzos para el triunfo del amor universal, ley suprema de todos los mundos.”


“Os he traído a esta soledad – continuó la voz amorosa del Maestro – para que ambos, en perfecto acuerdo, escribáis mi voluntad en epístolas que enviaréis a cada uno de los Doce,sin olvidar a Judas, que será en un futuro cercano al tiempo final, el auxiliar encarnado del Guía de los países de los hielos eternos.”

“Porque cada uno de mis Doce será un día conductor de una humanidad, y en mis días de hombre terrestre los dejé preparados para ello.”

“Tus días de dolor en la Tierra están señalados por la Ley Pedro,en tus manos, y porque has merecido el descanso, mi corazón te lo da. Y a ti Juan te falta padecer aun el destierro en compensación a los años que olvidaste tu deber de Apóstol mío, agobiado por tu corazón de carne que me amaba desmedidamente.”



“El abrazo del Cristo, de su Madre, de Joseph y de muchos de aquellos espíritus testigos de esta escena de divina iniciación al Reino de Dios, fue para los dos encarnados el olvido completo de todo cuanto ocurriera en sus vidas en el pasado y en el presente. No existía más que el momento supremo de unión íntima con lo infinito, verdadero y real.”

“Cuando despertaron a la vida de los sentidos, ambos se buscaron uno al otro. Y cada cuál se encontraba solo.”

“¿Era un sueño o una realidad?. Es tan fugaz y escasa la dicha en la Tierra, que cuando el alma siente la felicidad verdadera de un plano de luz, lo califica de sueño porque sus pobres sentidos físicos no conocen más que los mezquinos goces terrestres que son casi siempre ¡polvo, cenizas, nada!”

“¡Pulvis! ¡Cines! ¡Nihil!, diría un filósofo estoico de aquella hora.”

…………………. ………………………. ………………….



“Voy a llegar pronto, y llevo conmigo el salario para dar a cada uno conforme a su trabajo.”


“Yo Soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.”



“Felices los que lavan sus vestiduras (purifican sus cuerpos), porque así tendrán acceso al Árbol de la Vida(la Morada del Cristo interno), y se les abrirán las puertas de la ciudad (el Reino de Dios).


“El Espíritu y la Esposa (la Sabiduría) dicen: “¡Ven!”. Que el que escucha diga también: “¡Ven!”. El que tenga sed, que se acerque; y el que lo desee, reciba gratuitamente el Agua de la Vida.”


(Juan – Apocalipsis – capítulo 22 – versículos 12, 13, 14 y 17)


¡Gracias mil, queridos hermanos que tenéis la paciencia de leer estos escritos de vuestro hermano de la Obra de Fraternidad Cristiana Universal!


¡Un fuerte abrazo fraterno para todos, ahora y siempre!

carlosalejandro


_________________
Carlos V.
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MensajePublicado: Mon Feb 12, 2007 3:39 am Responder citando
Adona
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Miembro
Registrado: Feb 09, 2007
Mensajes: 7
Ubicación: Venezuela




Hola como estan todos hermanos seguidores del Cristo Instructor de Humanidades, mi comentario es en relación al apocalipsis que el Apostol Juan menciona en el Libro de Arpas Eterna, mi duda es porque en la Biblia Nuevo testamento mencionan el Apocalipsis como algo terrible que va a suceder, inclusive hablan de cuatro Jinetes del terror que representan diversos males que sucederá a la Humanidad, ¿es esto cierto?, esto lo pregunto porque a lo largo del Libro de Cumbres y Llanuras no se menciona nada de esto, he leido toda las obras publicada de nuestra gran Escritora Josefa Rosalia Luques Alvarez y digo nuestra porque su legado fue para toda la humanidad tal y como lo hizo nuestro gran maestro y salvador Jesus de Nazaret, lo cierto es que hasta ahora no he visto en la obra Cumbres y Llanuras nada de esos cuatro Jinetes que menciona la Biblia, si se habla en origenes de la Civilización Adamica en una conversación de Abel con un Dactilo del Monte de las Abejas sobre la terminación de este fin de Ciclo de evolución, donde habra, terremotos, inundaciones, volcanes en erucción, guerras entre otros, ahora bien mi pregunta es la siguiente: ¿Los cuatro Jinetes del Apocalipsis se refiere a lo que menciona el Dactilo al kobda Abel sobre la terminación de este fin de ciclo?. Con todo amor para todo ustedes Miembros de esa Gran Fraternidad con la cual me identifico total y plenamente PAZ para todos ustedes de Adona Venezuela.
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Apocalipsis del Apóstol Juan.
MensajePublicado: Mon Feb 19, 2007 10:57 pm Responder citando
carlosalejandro
Moderador
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Registrado: Jun 13, 2004
Mensajes: 199
Ubicación: Argentina




Querido Hno.Adona:

Desde Buenos Aires, Argentina, trataré de responder lo mejor que me
sea posible, a tus preguntas relativas al "Final de Ciclo", simbolizado en
esos Cuatro Jinetes que describe el Apocalipsis de Juan en la Biblia.

Como bien sabes, nuestra amada intérprete de los Cielos de la Luz,
Mamina, fue un canal instrumento elegido por el Divino Maestro para
transmitir al mundo, la parte sustancial y básica de la epopeya del
Mesías que guardan los Archivos de la Luz Increada. Ella inscribió fiel y
verazmente, todo lo que los Guías espirituales mostraron a la visión de
su alma, que es cabalmente, aquéllo que es justo y preciso conocer para
esta nueva Edad de la evolución humana.
Por tal motivo, muchas de las narraciones bíblicas no aparecen en las
Obras en forma textual, pero sí en su ensencia. De ahí que debe-
mos leerlas e interpretarlas con los ojos internos de nuestro espíritu.

Un "final de los tiempos", según la más antigua tradición de la Ciencia
Sagrada, se produce en la culminación de un recorrido del Sol por una
de las casas zodiacales (en Oriente a este ciclo se lo denomina Kalpa).
Pero cuando se trata del final de todo un recorrido por las doce casas
del zodíaco celeste, resulta ser una gran kalpa, que es el caso actual
al iniciarse un nuevo Gran Ciclo de desarrollo evolutivo de la humanidad.
De ahí la mención "el fin de los tiempos", que el Maestro menciona que
estará con nosotros compartiéndolo.
Los sucesos que por ese comienzo de un nuevo ciclo sucedan en los seres
humanos y en la Naturaleza, están reservados a la Ley Divina. No obs-
tante, actualmente podemos observar numerosos hechos que acaecen
a diario en el mundo, que parecieran confirmar aquél decir del Apóstol
en forma metafórica, porque era la manera en que se podía escribir en
esa lejana época, en forma simbólica, de esos Cuatro Jinetes.

Espero que esta breve respuesta te sea propicia.
Te hago llegar mi más cordial saludo fraterno.
carlosalejandro.-
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MensajePublicado: Tue Feb 20, 2007 5:01 am Responder citando
Adona
Miembro
Miembro
Registrado: Feb 09, 2007
Mensajes: 7
Ubicación: Venezuela




Gracias mil por tu respuesta hermano, la cual fue tal y como corresponde a ustedes seguidores del cristo prudente y precisa, Dios los Bendiga a todos por explicar y hacernos llegar esos bellos mensajes, que nos dan tanta esperanza y nos hacen sentir que no estamos solos ni locos por pensar de diferente manera que los demas. Paz para todos.
Adona-Venezuela
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APÓSTOL JUAN: ?EL SOLITARIO DE PATMOS
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