El Cristo Instructor de Humanidades

Oscar Daniel Hernández ( Krato_sf ) escribió este documento, pulsar en leer más... para verlo.

Siempre, nunca, jamás, ahora. Futuro, pasado y presente. No son mas que palabras de contenido vacío, pues no están encerrando nada, sino una simple referencia con relación a nuestro espacio físico, ya que el tiempo es nada mas que una ficción en el tránsito de nuestro acontecer. Solo existe la secuencia de las cosas: la breva madura y cae, pero no sabemos en que momento preciso ocurrirá porque obedece a un proceso de evolución. El tiempo, creación humana para medir el movimiento de las cosas es el enemigo que nos agobia en nuestra condición humano-espiritual. Alguien mencionó que el tiempo es relativo. Si algo se mueve vertiginosamente, el tiempo transcurrido para tal movimiento será menor. Y si a la inversa, se mueve lento, el tiempo será mayor. Si las moléculas de determinados átomos con los que se componen las distintas materias están en movimiento vibrando a distintas velocidades, según sea su naturaleza; así el agua, el vapor y el hielo están vibrando a distintas velocidades en torno a su núcleo (de allí su densidad). Se ha dicho también que la materia es energía en distinto estado de condensación. Una partícula de luz tendrá una densidad diferente a una partícula de metal y su vibración energética será totalmente diferente y los patrones de tiempo para cada materia, será relativo. Pues si las partículas superan la velocidad de la luz habrá trascendido nuestro tiempo y nuestro espacio y se trasladará en otro espacio tiempo. No estoy diciendo hasta aquí nada que no se haya dicho antes, sólo quería traer la idea para que nos demos cuenta de que nuestro tiempo en este cuerpo espíritu-material es tan relativo como nosotros vibremos. Esto es: que conforme aprovechemos los conocimientos, las experiencias acumuladas, nos informemos, nos formemos mental y espiritualmente y despleguemos todos los dispositivos perceptivos y sensoriales; vibremos en la energía positiva del amor; habremos de ganar tiempo al tiempo. Porque nuestra velocidad de acción generalizada será mas ligera, será diferente. Una vida en estado inerte, sin el uso de estos componentes, tendría una densidad de materia dura, pesada, como la roca. Y los años pasarían rápido, vertiginosamente, sin que se vieran frutos. Si en cambio los utilizamos, nuestro tiempo cambiará para vibrar a mayor velocidad alivianando nuestra densidad. El tiempo es el agua de la vida, no la derramemos en cosas superfluas. Vivamos intensamente cada momento y encontremos su profundo valor. La experiencia nos encontrará aún siendo jovenes con una conciencia superior, elevando nuestro espíritu a una frecuencia vibratoria mayor para alcanzar una mas rápida evolución. Oscar Daniel Hernández ( Krato_sf )